Juana I de Castilla
Introducción
Si una
figura histórica ha sido no ya invisibilizada en la historia de nuestro país, sino maltratada, ha sido Juana I de Castilla, la reina a la que nunca
dejaron reinar. El interés que me despierta se basa en que, en mi opinión, es un claro ejemplo de todas las mujeres que han sido injustamente excluidas del
poder a lo largo de la historia. Y a que era toledana, como mi padre.
Biografía
Nació el 6 de noviembre de
1479 en Toledo, como ya he dicho. Era la tercera hija de los Reyes Católicos
por lo que no fue preparada para gobernar, aunque sí recibió una educación
esmerada. Tuvo una infancia feliz, siguiendo a sus padres a lo largo de todas sus campañas, allí donde estuvieran.
Con motivos diplomáticos y
estratégicos, los Reyes Católicos negociaron matrimonios para su hijo e hijas
por lo que, queriendo reforzar sus lazos con la casa de Habsburgo, casaron a
Juana con Felipe, archiduque de Austria, “el Hermoso”. Se traslada a Flandes
donde disfrutó de un matrimonio feliz, hasta que ella quedó embarazada y él
empezó a pasar el tiempo con sus amantes.
Por la muerte de sus
hermano y hermana mayores, y de su sobrino, se convirtió en heredera al trono, volviendo
entonces a Castilla para su proclamación como tal, junto a su marido.
Pero Felipe vuelva a
Flandes, dejándola a ella atrás al estar de nuevo embarazada. Tras dar a
luz, Juana intentó seguirlo pero Isabel I la encerró en el castillo de La Mota
para impedírselo. Finalmente y dado su estado de melancolía, la dejó marchar. Sin
embargo, allí sólo encontró el desprecio de las cortesanas y de su marido que
la encerró en sus aposentos.
A su muerte, Isabel declara a su hija
Juana heredera universal y manda que si está ausente de sus reinos, o no quiere
o no puede gobernarlos, que los gobierne por ella su padre, el rey Fernando, hasta que su nieto cumpla veinte años. Juana, que no se había enterado del
fallecimiento de su madre al estar recluida, firmó un escrito entregándole el
poder a Fernando el Católico.
Una vez en Castilla Felipe
intentó, sin lograrlo, incapacitar a Juana. No obstante y con el apoyo de
muchos nobles castellanos, consiguió que lo hiciera su padre, el rey Fernando, declarándola
loca y pasando a gobernar éste en Aragón y el de Habsburgo en Castilla en nombre de la reina. Y así lo hacen hasta que Felipe fallece
repentinamente a la edad de veintiocho años.
Cumpliendo el deseo de su
marido de ser enterrado en Granada, doña Juana inicia un peregrinaje por
Castilla con el féretro de Felipe que duró tres años, hasta que se reencuentra
con su padre que la convence de instalarse temporalmente en Tordesillas, pero
donde permaneció hasta su muerte, casi cincuenta años después.
A la muerte de Fernando el
Católico se convirtió también en reina de Aragón y de Navarra, pero fue su hijo
Carlos el que fue proclamado como rey de Castilla y Aragón, una vez más en nombre de la reina.
Tras la toma de Tordesillas
por parte del ejército de los comuneros, sus representantes fueron recibidos
por la reina, pero ella se negó a intervenir en el conflicto en ningún sentido
y a firmar ningún documento. La revuelta fracasó y Carlos la mantuvo encerrada.
Murió sola a los setenta y
cinco años, en un estado lamentable.
¿Qué quiero poner en valor de esta
figura?
Quiero destacar que la vida de Juana I de Castilla estuvo en manos de tres hombres que nunca le permitieron reinar. La anularon como persona aduciendo que estaba loca. Primero su marido, Felipe de Habsburgo, por el que sentía una pasión desmedida. Después su padre, Fernando el Católico, que fue quien declaró su incapacidad por mera ambición. Por último, su hijo Carlos I, que aprovecho la situación y reinó en su lugar, y por la que no demostró el más mínimo afecto.
Pasó recluida la mayor parte de su vida. Primero la encerró su madre en La Mota por anteponer el profundo amor que sentía por Felipe y querer seguirlo hasta Flandes, a su condición de heredera al trono. Más tarde la encerró su marido, para evitar las quejas ante sus devaneos con otras mujeres. Y por último y a instancias de su padre, fue recluida en Tordesillas donde también la mantuvo su hijo.
En las diferentes biografías consultadas se destaca que Isabel la Católica nombró heredera universal a su hija, resaltando que dejó mandado que la gobernación de los reinos fuera ejercida por el rey Fernando en caso no poder hacerlo ella. Pero obvian que antepone que no quisiera a que no pudiera, lo que no resulta extraño dado el desinterés político demostrado siempre por su hija Juana. Aunque la mayoría de las versiones entienden que ya entonces Isabel estaba considerando su supuesta locura.
Para explicar al peregrinaje de
Juana a lo largo y ancho de Castilla con el ataúd de su marido, hay distintas
versiones. La más popular, claro, que estaba loca. Sin embargo, he leído que
Fernando no estaba de acuerdo en que Felipe fuera enterrado en Granada antes de
poder descansar allí él mismo. También he leído que el rey Enrique VII de
Inglaterra había pactado casarse con ella, pero no se podía llevar a cabo el
enlace hasta que Felipe estuviera enterrado, lo que puede hacer pensar que Juana intentase retrasar ese momento todo lo posible.
De lo que no cabe duda es de que el estado de dejadez y falta de higiene de la reina Juana durante su encierro en Tordesillas no se debió a su locura, sino a los malos tratos a los que fue sometida. Así lo constató Francisco de Borja que, ante las murmuraciones de que la reina estaba endemoniada, la visitó a petición de su nieto
Felipe. No obstante, no hubo ninguna consecuencia.
Cabe la posibilidad de que, de padecerla, esa locura fuera una
enfermedad sobrevenida a una mujer triplemente engañada por su padre, por su
marido y por su propio hijo. En definitiva, Juana era culta, bien instruida,
con luces suficientes y un carácter fuerte para alzar la voz, motivo más que
suficiente para, al tratarse de una mujer, ser tachada de loca. Unido a los ataques de celos y a que
atravesaba periodos de melancolía, mal que también aquejó a Isabel I aunque
nadie dudó nunca de su capacidad, forjaron una leyenda que perdura hasta
nuestros días.
Bibliografía
Historia
- La Monarquía Hispánica - Los Austrias - Juana I (cervantesvirtual.com)
https://www.biografiasyvidas.com/biografia/j/juana_laloca.htm
Concordia de Villafafila
- 27 Junio 1506
Concordia de
Villafáfila - Wikipedia, la enciclopedia libre
Villafáfila y la
Concordia de Juana (lugaresconhistoria.com)
Concordia de
Salamanca - Wikipedia, la enciclopedia libre
Juana I de Castilla -
Wikipedia, la enciclopedia libre
La
triste historia de Juana la Loca (nationalgeographic.com.es)
Biografia
de Juana I la Loca (biografiasyvidas.com)
Todos
contra Juana la Loca (lavanguardia.com)
👑
¿Y si Juana la Loca no estaba tan loca? - YouTube
Testamento y
codicilo de Isabel I de Castilla, llamada la Católica (ub.edu)
Biografía
de Juana I de Castilla (Su vida, historia, bio resumida) (buscabiografias.com)
Breve
biografía de Juana ‘la Loca’ (Juana I de Castilla) (redhistoria.com)
Los hurtos más ruines de Carlos V a su madre Juana la Loca: joyas por ladrillos (elespanol.com)
Juana
I de Castilla - Personajes históricos - tordesillas.net
Juana no estaba tan loca (granadahoy.com)
La mujer a la que quitaron la razón y, de paso, un reino (elconfidencial.com
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